Rafael de la Cruz, Presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Sierra Mágina

La carrera por la calidad

En las sociedades industrializadas del primer mundo, la demanda creciente de alimentos de calidad por los consumidores obliga a la industria agroalimentaria a producir alimentos que no sólo cubran las necesidades nutritivas, sino que sean además seguros, apetitosos y saludables. Asimismo, existe una creciente preocupación en el consumidor por el impacto que la producción, transformación, y distribución de alimentos ocasiona en el medio ambiente.

Estos hechos determinan que el mercado haya cambiado su fuerza impulsora y su orientación, primando la calidad sobre la cantidad, o lo que es lo mismo, que la industria agroalimentaria pase de fijar objetivos centrados en la producción, a prestar atención preferente a las demandas de calidad del consumidor. El aceite de oliva es un claro ejemplo de ello, aún  más cuando en él esa calidad descrita es su mejor argumento para competir en el mercado, pero claro con la total garantía de esa calidad.

La carrera por la calidad en la que compite el aceite de oliva no tiene línea de meta, ello supone ir elevando los controles sobre el producto de manera que se maximiza el esfuerzo para que la citada calidad se alcance. Por tanto, no se puede entender la calidad como un parámetro que se minimiza hasta el límite inferior permitido, para así cumpliendo con la mínima calidad exigible maximizar los beneficios. La calidad sobre todo en nuestro aceite de oliva es un concepto moral que tiene que dejarse guiar por la aseveración de Henry Ford que decía: “La calidad significa hacer lo correcto cuando nadie está mirando”.

No es posible que el sector del aceite de oliva (productores, almazareros y envasadores-comercializadores) convenza a los consumidores de la calidad de los aceites de oliva, si cada vez que se publicita el resultado de una inspección que señala, a los que no lo hacen todo lo bien que debían al etiquetar el aceite de oliva sobre todo el virgen extra, se movilizan contra los que inspeccionan o ponen en tela de juicio  el método Panel test estableciendo una duda sobre su objetividad. Por el contrario, creo que sería mucho más convincente que el sector estableciera conjuntamente con las administraciones competentes  un plan ambicioso de control de los aceites de oliva, sobre todo de los virgen extra, que llevado a cabo con firmeza y rotundidad diera a los consumidores la certeza de que no se les da gato por liebre;  afianzando la credibilidad de un producto magnífico, el aceite de oliva virgen extra en el que siempre la etiqueta refleje la calidad del producto que ampara, lo que reforzará su apuesta por la calidad.

De la misma forma, la calidad tiene que ver con lo auténtico, que a su vez tiene mucho que ver con la claridad en definir el producto, con la sencillez de su etiquetado de manera que lo que se ponga en la etiqueta  lo entienda todo el mundo. Tenemos que exigir, si estamos convencidos de que la estrategia del aceite de oliva es la calidad, que una etiqueta de aceite de oliva no se parezca en nada al vulgarmente llamado “recibo de la luz” que nadie lo entiende, cumpliendo así el objetivo de confundir de los que lo emiten. Por el contrario, las etiquetas deberían reflejar las  características del aceite de oliva de manera que las entiendan meridianamente todos los consumidores eliminando la confusa definición de los tipos de aceite de oliva. Es tiempo de trabajar para conseguirlo, porque la confusión es un mal compañero en la carrera por la calidad.

José Enrique Fernández de Moya – Alcalde de Jaén

Aceite de oliva, paraguas de la crisis económica en jaén

El aceite de oliva debe convertirse en nuestra principal baza para acabar con el aumento del paro en nuestra provincia y, por ende, con la situación de crisis económica por la que atraviesan decenas de miles de jiennenses en la actualidad.

El olivar ahora más que nunca requiere del compromiso de las instituciones públicas para activar un sector privado que sustenta a miles de familias en nuestra provincia.

Como máximo responsable del Ayuntamiento de Jaén he de reiterar mi más firme apuesta por promover acciones que redunden en beneficio de este sector que ahora más que nunca debe convertirse en motor del desarrollo económico en nuestra ciudad, pues Jaén es valorada y reconocida como la capital mundial del aceite de oliva.

Decenas de miles de jiennenses viven hoy del olivar. Productores y recolectores trabajan para levantar un sector que ha tomado el pulso a la crisis.

Debemos entre todos, administraciones públicas, agentes sociales y económicos, buscar fórmulas que garanticen un futuro sostenible para este eje de nuestro crecimiento.

No hay que olvidar que la provincia supone el 20% de la producción mundial de aceite de oliva y que muchas familias dependen, íntegramente, de lo que obtienen del olivar. Este sector, por tanto, nos permite vivir en una tierra dedicada durante siglos a este cultivo milenario.

Debemos defender los intereses de los olivareros e intensificar las acciones de apoyo a la producción e internacionalización del aceite de oliva, en definitiva, se trata de no perder nuestra seña de identidad pues además constituye un producto sano y saludable.

La unión hace la fuerza. Por este motivo, desde la lealtad institucional que le debemos a esta sociedad y al sector del aceite en particular, y para que Jaén deje de ser la gran olvidada y sea escuchada en Bruselas, debemos luchar y trabajar juntos para incrementar aún más las exportaciones de nuestro oro líquido, solo así conseguiremos ganar esta batalla por la creación de empleo en Jaén.

José Enrique Fernández de Moya – Alcalde de Jaén

Cándido Méndez “Secretario General de la UGT”

Por el futuro del sector olivarero español

El sector olivarero español supone una referencia no solo en el ámbito nacional, sino también en el ámbito comunitario y mundial. Este liderazgo está íntimamente relacionado con el continuo esfuerzo que realizan día a día los olivareros españoles, destinado a mejorar su producción y su calidad.

Atendiendo a los grandes números, la evolución sufrida por el sector en la última década ha sido muy positiva, con aumentos destacados de la producción, las exportaciones, etc. Sin embargo, los olivareros españoles continúan con determinados problemas que no permiten el despegue definitivo de una producción que debe ser prioritaria para España.

En los últimos años el sector ha mejorado, a través de un gran esfuerzo innovador, la calidad del producto que ofrece, aumentando su presencia, principalmente en los mercados de terceros países, como EEUU o China, donde se está empezando a valorar en gran medida el método de producción y la innovación.

Es, por tanto, oportuno, que ante las enormes posibilidades que siempre ha demostrado el olivar español, se ponga en funcionamiento una serie de medidas correctoras, frente a determinadas prácticas que están limitando la rentabilidad de la mayoría de las explotaciones olivareras.

Ya es costumbre utilizar el aceite de oliva como producto reclamo en las grandes superficies, algo que los olivareros han puesto de evidencia en muchas ocasiones. Son muchas las instituciones que entienden que la cadena de valor del aceite de oliva, en los últimos años, no genera valor añadido, sino que lo destruye.

Esto ha provocado una enorme crisis de precios en el sector en las últimas campañas, en las que las cotizaciones se han situado siempre por debajo de los costes de producción admitidos por la propia administración española. Por desgracia los olivareros han tenido que sufrir una de las mayores sequías de las últimas décadas, para ver cómo los precios en origen se situaban por encima de esos costes de producción.

El futuro del sector olivarero español tiene que pasar por el establecimiento de una verdadera política de apoyo al productor, mejora de la imagen del producto tanto en el mercado interior como exterior y establecimiento de relaciones contractuales que generen valor a lo largo de la cadena.

No debemos olvidar que alrededor de 2,5 millones de hectáreas están ocupadas por olivos en nuestro país, y que ese patrimonio cultural merece la oportunidad de seguir generando riqueza económica, social y medioambiental en el medio rural español.

 

Luis Carlos García Sánchez, Presidente de Ferias Jaén, S.A.

la mayor cita mundial del aceite de oliva

El próximo mes de mayo Jaén acoge en el Recinto Provincial de Ferias y Congresos la decimosexta edición de Expoliva, la mayor cita mundial del aceite de oliva e industrias afines, que cada dos años recala en la provincia de Jaén con el objetivo último de mostrar las últimas tendencias, innovaciones tecnológicas y de procesos, así como de la elaboración y extracción de la mayor riqueza que tenemos en nuestra tierra: el aceite de oliva. Y es que no debemos olvidar que uno de cada cuatro litros de “oro verde” generados en la Unión Europea se produce en la provincia de Jaén y que la mitad de la producción del aceite de oliva que se obtiene en España proviene de Jaén.

Esta feria, dedicada al sector del olivar y del aceite de oliva, tuvo su primera edición en 1983, y desde entonces, su crecimiento ha sido espectacular tanto en medios, espacio físico, repercusión económica y visitantes profesionales, que la hacen posicionarse como el punto de referencia del sector. Y es que si tienes algo que decir en el mundo del aceite de oliva, no puedes faltar a Expoliva 2013.

En la pasada edición de Expoliva contamos con expositores llegados de todos los rincones de España. Además, Expoliva 2011 reafirmó su carácter internacional con la presencia de más expositores de Europa, Asia, Sudamérica y el norte de África; como ejemplo, Alemania, Italia, EEUU, Marruecos, Portugal o Túnez, tuvieron una amplia representación. Además, es importante destacar que se dieron cita en Expoliva más de 1.000 visitantes procedentes de los cinco continentes, lo cual es fiel reflejo de la repercusión y proyección mundial que está teniendo el aceite de oliva en estos momentos.

También ocupó un lugar importante la celebración del XV Simposium Científico-Técnico de Expoliva y del III Salón de los Aceites, con representación de los mejores aceites del mundo.

Los más de 35.000 profesionales que en la anterior edición visitaron Expoliva son una muestra más del gran interés y entusiasmo que despierta esta feria. Casi el 60 % de las visitas que recibió fueron de profesionales, cifra, que en 2013 espera ser superada, confirmando de esta manera que Expoliva es el punto que une a los profesionales del sector. El gran volumen de negocio, que edición tras edición se supera, motiva aún más al sector del olivar a acudir a esta cita.

Desde la organización hemos querido hacer de esta edición de Expoliva, que se celebra del 8 al 11 de mayo, una de las más profesionales de las realizadas hasta la fecha. Es evidente que Expoliva es una feria eminentemente profesional, sin embargo, y debido a su gran magnitud, Expoliva se ha convertido también en un evento social de gran relevancia en nuestra provincia.

Es para nosotros primordial ir creciendo y alcanzar las expectativas que toda la provincia tiene puestas en esta feria, convirtiendo a Jaén durante cuatro días en el eje central de todo lo relacionado con el sector oleícola, como no podía ser menos, ya que la provincia de Jaén es la capital mundial del aceite de oliva.

José Luis García-Lomas, Presidente de la Caja Rural de Jaén

Caja rural de jaén, una entidad vinculada al olivar

El sector del olivar en nuestra provincia pasa por una complicada coyuntura, la caída de los precios de los graneles, y las escasas perspectivas de cosecha que se nos presenta esta campaña 2012/ 2013 motivan que desde Caja Rural de Jaén dupliquemos nuestros constantes esfuerzos en apoyar a todos los integrantes del sector en todas las actividades y necesidades relacionadas con la producción y comercialización del aceite de oliva.

Caja Rural ha desarrollado productos financieros específicos para la financiación de olivareros, cooperativas y almazaras, ha desarrollado alianzas con proveedores de maquinaria que faciliten a nuestros agricultores el acceso a la modernización de las labores y su consecuente abaratamiento.

En este mismo sentido, nuestra institución ha puesto a disposición de nuestros productores una línea de avales para facilitar el acceso y tramitación de las subvenciones de organismos públicos al sector olivarero, en el que nuestra provincia tiene un papel  protagonista.

Desde nuestra institución fomentamos la formación de nuestros olivareros, mediante iniciativas de apoyo a la divulgación de técnicas de cultivo, cosecha, molturación y almacenamiento; atendiendo al ciclo completo de producción en aras de mejorar constantemente la calidad del producto base de nuestra economía, como es el aceite de oliva.

Caja Rural está presente en las actividades de modernización del cultivo del olivo financiando la instalación de sistemas de riego en las explotaciones agrícolas, las reconversiones a plantaciones de olivar intensivo, la modernización de las instalaciones de nuestras cooperativas y almazaras y comunidades de regantes. En resumen,  prestamos un apoyo constante a todos los actores de este sector vital para el desarrollo y la riqueza de Jaén.

La comercialización de nuestro aceite es otra de las actividades clave a las que Caja Rural apoya, nuestras líneas de crédito a la exportación son el vehículo gracias al cual muchos productores exportan  con garantía, seguridad y facilidad su producto.

La vinculación de la entidad que represento al sector de olivar en la provincia de Jaén es antigua y profunda, de hecho es uno de los motivos de nuestra fundación y génesis. Esa vinculación es  a la vez actual y renovada constantemente, como demuestra una de nuestras últimas iniciativas; la construcción de nuestro centro financiero en Geolit, que alberga el Centro de Investigación y Desarrollo del Sector Oleícola que confiamos siga sirviendo, con el resto de Caja Rural, a los intereses de todos nuestros agricultores.

Inmaculada Herrador Lindes Directora de la Oficina Técnica de la Fundación, Estrategias para el desarrollo económico y social de la provincia de Jaén

Una estrategia para el aceite de oliva jiennense.

Jaén es líder mundial en la elaboración de aceite de oliva. En la campaña 2011-2012 se produjeron 681.790 Tm, el 42,25 por 100 del total nacional y más de un 22 por 100 de la producción mundial. Sin embargo, la provincia no ha sabido aprovechar al máximo esta fortaleza.

El pasado 7 de marzo se presentó el II Plan Estratégico para la provincia de Jaén, con el horizonte puesto en 2020. En el mismo se ha realizado un diagnóstico de la situación de partida en la que nos encontramos y se han consensuado 8 estrategias para lograr un objetivo de futuro común: Transformar a Jaén en una provincia industrialmente avanzada, económicamente dinámica, territorialmente equilibrada, socialmente solidaria, creativa culturalmente, comprometida con la educación, la investigación, la innovación y la sostenibilidad, baluarte y punto de referencia del aceite de oliva, del turismo interior y de la calidad ambiental.

Una de estas estrategias está centrada en hacer de Jaén el centro mundial del aceite de oliva. Para lograrlo se han trazado una serie de retos y objetivos estratégicos y se han diseñado 8 proyectos estructurantes, en los que se contemplan actuaciones destinadas a mejorar la calidad y la comercialización del aceite de oliva; a la profesionalización del sector y al fomento de la cultura empresarial; a la investigación sobre olivar, aceite de oliva y salud; a la mejora de los regadíos o al oleoturismo.

En el diseño de esta estrategia ha sido esencial la labor realizada por la comisión que se creó a tal efecto, plataforma de participación en la que han estado presentes más de 60 expertos y responsables de su implementación, y que próximamente se ocupará de debatir, incentivar, promover, impulsar y supervisar la realización de los proyectos sobre olivar y aceite de oliva recogidos en el II Plan Estratégico.

Si entre todos conseguimos que se ejecuten los proyectos proyectados, que se dé respuesta a los retos identificados y que se alcancen los objetivos estratégicos consensuados, el aceite de oliva jiennense dará el salto cualitativo y cuantitativo al que aspiramos.

Ortega y Gasset decía que sólo cabe progresar cuando se piensa en grande y que sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Pensemos en grande, pues, y miremos lejos para hacer de Jaén el centro mundial del aceite de oliva.

Antonio Luque Luque, Director General de Hojiblanca S.Coop.And.

Luces y sombras para el olivar

En las últimas semanas, en los últimos meses, en los últimos años, los olivareros estamos viviendo momentos críticos, situaciones que se suelen dar cuando se está produciendo una gran transformación en un sector.

Después de precios bajos durante tres campañas, el precio ha repuntado por las previsiones de mala cosecha, pero vendrán años mejores, y si le hacemos caso a las previsiones de la Unión Europea, vamos a tener medias de 1.800.000t. O sea que buscamos salida a esa producción, o nos organizamos mejor, o los olivareros vamos a estructuras comerciales que sean capaces de afrontar estos retos, o seguiremos en el lamento continuo.

Los que vivimos de esto, las miles de familias de olivareros de Jaén empiezan a estar hartas de los intereses personales de la poca gente que lastra nuestro progreso: los que promueven periódicamente un escándalo sobre el aceite que es el hazmerreír de España; los que no nos ven capaces de liderar y gestionar empresas líderes envasadoras; los que no se fían o temen los avances o recelan por envidias; los que sólo consideran el virgen extra como un patrimonio suyo y único que sólo pueden calificar ellos, zumos naturales que para ser de una categoría superior tienen que superar la prueba del 7 haciendo que en Jaén no haya virgen extra; en definitiva, los que impiden que el olivar jienense siga generando riqueza en nuestros pueblos.

Todo estos son sombras, pero hay luces. Pese a todos estos problemas, estamos totalmente convencidos de que saldremos adelante. Hoy antes que mañana, el mayor comercializador mundial de aceites de oliva, Deoleo, estará gestionado por la mayoría de olivareros de Jaén, aquellos que pertenecen al Grupo Hojiblanca a los que se pueden sumar más, porque está abierto a seguir concentrando la oferta, a sumar más cooperativas, a unirse, desde siempre a otros grupos productores. La inseguridad jurídica que generan el método del panel de cata se acabará, poniendo fin a los escándalos. Conseguiremos llevar nuestro aceite a todo el mundo, tratando de obtener la máxima rentabilidad para nuestras explotaciones y seguiremos ahondando en el abaratamiento de costes.

No nos engañemos, tenemos más enemigos dentro que fuera, pero está más cerca el día en que el liderazgo de este sector tan vital esté en manos de los olivareros de Jaén.

José Juan Gaforio “Departamento de Ciencias de la Salud Universidad de Jaén”

El conocimiento es poder

La valorización del aceite de oliva y el incremento de su consumo en países donde habitualmente no se consumía, es consecuencia, en gran parte, de sus propiedades saludables que se están continuamente describiendo por investigadores de todo el mundo. No es de extrañar pues, que por su potencial, se quieran utilizar todas las propiedades saludables posibles para incentivar el consumo de aceite de oliva.  No obstante, la legislación de la Unión Europea  que regula esta posibilidad es bastante restrictiva. Según el Reglamento (CE) nº 1924/2006, están prohibidas las declaraciones de propiedades saludables de los alimentos a no ser que las autorice la Comisión y las incluya en una lista de declaraciones autorizadas. La finalidad de esta reglamentación es garantizar que las declaraciones de propiedades saludables sean veraces, claras, fiables y útiles para el consumidor de tal forma que, este objetivo debe tenerse presente en la redacción y la presentación de las declaraciones. Es indispensable que estas se basen en pruebas científicas generalmente aceptadas. Por consiguiente, no se autorizarán aquellas cuyo fundamento científico no haya sido evaluado favorablemente por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria por no haberse determinado una relación causa/efecto entre un alimento o uno de sus componentes, y el efecto declarado.

Con fecha 5 de mayo del 2012, se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea el Reglamento por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos. Este Reglamento será aplicable a partir del 14 de diciembre de 2012, es decir, pasado mañana. En él hay declaraciones que afectan al aceite de oliva y, por tanto, es de extraordinaria relevancia para el sector.

Dada la importancia de esta normativa, me pregunto si: ¿es conocida esta reglamentaciónpor el sector?, ¿existe conciencia del potencial que puede tener su aplicación?, ¿se han preocupado activamente por conocer más sobre este tema?

No hay que olvidar que, el conocimiento es poder.

Agustín Rodríguez – Secretario general de la UPA en Jaén

el futuro del olivar pasa por la concentración, la comercialización y la apuesta por la calidad.

 

El olivar de Jaén tiene que apostar, decididamente, por la concentración de la oferta. Si queremos conseguir que este cultivo tenga futuro, no podemos seguir mirando para otro lado y permitir que las grandes superficies continúen mandando en la cadena de distribución. La venta a pérdidas, motivada por la política abusiva de esos grandes distribuidores, es una realidad. De ahí que el sector debe unirse en estructuras sólidas y fuertes, con dimensión y capacidad suficientes, para hablar de tú a tú a los cinco que compran. Actualmente, la crisis por la que atraviesa el olivar, con tres años por debajo de los costes de producción, tiene un claro origen, que no es otro que los bajos precios, irrisorios y tercermundistas, que nos pagan a los olivareros en origen. Por eso, UPA-Jaén insiste en la importancia de la concentración, en una línea en la que llevamos ya muchos años trabajando, con ilusión, pero también con resultados reales, como es la creación de Interóleo Picual Jaén, que se ha convertido en referente empresarial en la provincia y en el primer grupo comercializador de aceite de oliva.

Cierto es que no podemos dejar pasar la oportunidad que nos brindan los dos anteproyectos de Ley que el Gobierno ha puesto encima de la mesa. El primero, el de la Cadena Alimentaria, para regular la cadena de valor y que todo el mundo tenga un precio justo y que los beneficios se repartan entre todos. El segundo, el de Fomento de la Integración, tiene que ir encaminado a ofrecer un auténtico empujón a esa unión de la oferta y a esa concentración en la venta de nuestro producto para recuperar precio.

Pero tampoco podemos olvidarnos de la importancia que tiene la negociación de la futura reforma de la Política Agraria Común. A nadie se le escapa que la única política común europea, que es la agrícola, necesita de un presupuesto suficiente para asegurar la actividad agraria y ganadera que nos permitan seguir produciendo en cantidad y calidad para alimentar a todos los países. El radical descenso de 25.000 millones de euros en el presupuesto es un auténtico mazazo a las expectativas de los olivareros jiennenses y andaluces, por cuanto el campo será el que más sufra los recortes. No podemos permitirnos el lujo de que se produzcan trasvases de ayudas de hectáreas productivas, donde el agricultor y el ganadero profesional viven de su cultivo y de su explotación, la gran mayoría pequeñas, a otras hectáreas no productivas, de eriales y dehesas. Tenemos que estar muy vigilantes para que eso no ocurra, al igual que impedir que se produzcan trasvases de ayudas de unos territorios a otros.

Pero también es obligatorio que se pongan en marcha mecanismos básicos de regulación del mercado que permitan, de una vez por todas, atajar la persistente crisis de precios que está hundiendo nuestras explotaciones. Algo que no está recogido en el borrador presentado por el comisario Dacian Ciolos. En esa línea, UPA lleva proponiendo hace tiempo, y está incluido en un documento de medidas aprobado por la Junta de Andalucía y el Ministerio, el establecimiento de un Código de Buenas Prácticas comerciales que permita frenar la política abusiva de la gran distribución; el impulso de las interprofesionales para que puedan conveniar precios mínimos ligados a los costes medios de producción, al menos en situaciones de crisis; y la puesta en marcha de contratos tipo para corregir el desequilibrio en la conformación de los precios de la cadena alimentaria. La unión de todas las organizaciones agrarias y de los Gobiernos nacional y autonómico son más que nunca necesarias para que todo salga bien, ya que nos jugamos el futuro del campo.

Luis Carlos Valero – Gerente y portavoz de ASAJA-Jaén

El olivar tiene que ganarse su futuro

Finales de 2012. Después de más de tres años vendiendo aceite muy por debajo del umbral de la rentabilidad, el sector olivarero alcanza al fin buenos precios. Buenos en un panorama tan desfavorable para el olivar que el hecho de que se haya incrementado el coste del producto en origen no muestra sino una crítica realidad, que el precio del aceite ha subido, pero por la peor de las causas y en el peor de los momentos. La escasez de la presente cosecha, confirmada en el campo jienense y español en general y por el aforo oficial es el único motivo de este incremento.

Lejos de centrarse únicamente en cómo aprovechar esta subida puntual y coyuntural del precio, el olivarero debe pensar que habrá buenas cosechas futuras y que obtener un beneficio cuando el aceite sea abundante debe de ser su objetivo. Apostar por el sector a medio y largo plazo a través de planes de modernización es la opción que ASAJA-Jaén propone desde hace años, mucho tiempo antes de que la buena oferta de aceite tirara el precio por los suelos. Nuestro olivar está abocado a sufrir planes de modernización y reconversión en los próximos años para poder hacerse competitivo frente a las nuevas plantaciones de la UE y del resto países o ciudades españolas. No nos queda otra. Las fronteras son cada vez más transparentes y, por tanto, esta competitividad será también internacional. En las provincias aledañas a Jaén ya vemos nuevas plantaciones de olivares intensivos y superintensivos que crecen cada año. Producen más y más barato, claves para que el agricultor obtenga una buena renta con menores gastos. Sus dueños sí cuentan con un olivar rentable y competitivo.

Jaén, provincia hegemónica en producción de aceite de oliva no puede dejar de serlo. Se debe despertar ya del adormecimiento que está sufriendo nuestro olivar, quizá causado por el hecho de tener derechos históricos de producción acumulados a través del anterior sistema de cobro de la subvención. El peligro incipiente de una reforma profunda de la PAC debería ser más que suficiente para que todos los poderes públicos trabajasen urgentemente, con los olivareros al frente, con el fin de lograr conseguir que nuestro olivar se gane el futuro que tan necesario es para una provincia donde el predominio del monocultivo es la razón de ser de sí misma y de sus gentes.