La sede del Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec) en Martos ha acogido la reunión inicial del proyecto internacional “Compolive”, que tiene el objetivo de desarrollar una nueva generación de biocomposites basados en fibras de olivo. Este proyecto, que está coordinado por Andaltec, cuenta con la financiación de la Agencia Ejecutiva para las Pequeñas y Medianas Empresas (EASME) de la Comisión Europea, en el marco de la convocatoria de proyectos LIFE. El consorcio del proyecto está integrado por seis entidades de tres países, ya que a Andaltec se suman Caliplast (Francia), Ford Automotive (Alemania), la Universidad de Jaén, Citoliva y Matricería Peña (España).

El proyecto “Compolive”, que es la continuación de otra iniciativa de I+D llevada a cabo por Andaltec y la Universidad de Jaén, pretende buscar nuevos aprovechamientos industriales para los residuos de la poda del olivar. Los expertos estiman que Europa genera cada año más de siete millones de toneladas de estos residuos, pero sólo se utiliza una cantidad muy pequeña para la generación de energía. El resto normalmente se quema o no se reutiliza.

Las entidades que forman parte de este proyecto trabajarán durante los próximos tres años y medio para convertir estos residuos en nuevos biocomposites que tengan aplicaciones innovadoras en la industria. “De esta forma, logramos generar dos beneficios medioambientales. Por un lado, evitamos la quema de estos residuos, que produce contaminación, y, por otra parte, reemplazamos los materiales fósiles por biomateriales en la fabricación de composites”, explica Manuela Cano, coordinadora del proyecto por parte de Andaltec.

Todo ello se encuentra en el marco de la política puesta en marcha por la Unión Europea para implementar la economía circular, que busca el reciclaje y la reutilización de los recursos en el viejo continente.

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