El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha señalado que “la agricultura familiar garantiza la seguridad alimentaria y contribuye al desarrollo del mundo rural y al crecimiento de las economías nacionales”. Miguel Arias Cañete ha participado hoy en una mesa redonda sobre Agricultura Familiar, en el marco del VII foro “Fundamentos de la Agricultura”, que se celebra en la ciudad marroquí de Mequinez.

 

En esa mesa redonda han tomado parte también el ministro de Agricultura y Pesca de Marruecos, Aziz Akhannouch, el director general de la FAO, Graciano da Silva, así como los ministros de Agricultura de Sudán, Fahd Bin Abdul Rahman Bin Soleyman, de Desarrollo Rural de Mali, Bokary Tereta, de Agricultura de Guinea, Jacqueline Marthe Sultan, de Recursos Animales y de Pesca de Costa de Marfil, Kobenan Kouassi Adjoumani y de Ganadería y Producción Animal de Senegal, Anniata Mbengue Ndiaye.

 

Durante su intervención, Arias Cañete ha destacado que la agricultura familiar, en la que trabajan más del 40% de la población activa del mundo, tiene un predominio claro en el ámbito de la producción alimentaria. En la Unión Europea, ha apuntado, “la mayoría de los 12 millones de explotaciones agrarias son de carácter familiar, es decir, explotaciones basadas en la gestión de un patrimonio familiar y con vocación de permanencia en la actividad agraria”.

 

Para el ministro, esta forma familiar de producir “no es incompatible con una agricultura orientada al mercado”, como demuestra el caso europeo y, dentro de él, “las agriculturas mediterráneas, en las que la española, por sus condiciones agroclimáticas, sea quizás la que más se asemeja a la de Marruecos”, ha afirmado.

 

En este sentido, Arias Cañete ha explicado cómo el clima mediterráneo permite una diversidad de cultivos muy amplia. Para desplegar ese potencial, el ministro considera que la agricultura familiar requiere de “un importante esfuerzo de modernización estructural, a desarrollar en estrecha colaboración entre los ámbitos público y privado”.

 

En el caso de España, Arias Cañete ha comentado cómo se ha pasado de un modelo productivo agrario concebido fundamentalmente para la supervivencia de la familia, a contar en la actualidad con un modelo de explotación empresarial, “Un modelo multifuncional, que comprende todas las unidades de producción gestionadas por el agricultor, orientadas al mercado”, ha completado.

 

Según ha indicado, en este proceso se ha proporcionado formación a los agricultores, a los que se les ha facilitado el acceso a semillas, razas mejoradas, piensos, fertilizantes, fito y zoosanitarios, maquinaria y financiación. También se han reestructurado las explotaciones y se han impulsado planes de reestructuración y reconversión de cultivos herbáceos y leñosos y de sectores ganaderos, “favoreciendo su competitividad en los mercados, de dentro y fuera de nuestro país”.

 

Dentro de esta evolución, Arias Cañete ha destacado las transformaciones en regadío, que alcanza ya en España una superficie de 3,5 millones de hectáreas y el sistema español de seguros agrarios, uno de los más completos del mundo”.

 

Al mismo tiempo, “se desplegó una amplia política de calidad alimentaria, junto con la implantación de industrias capaces de transformar las materias primas y elaborarlas con la máxima calidad”, además de fomentar la integración de las explotaciones familiares en proyectos asociativos, para favorecer su poder negociador.

 

Ahora, “nuestra agricultura familiar se encuentra plenamente integrada en los mercados”, ha recalcado Arias Cañete, quien ha puesto el acento en la necesidad continuar modernizando “nuestras estructuras de producción, comercialización e industrialización, para no perder el tren de los cada vez más exigentes mercados europeos e internacionales”.

 

Para ello, “el Gobierno tiene el compromiso de impulsar el fortalecimiento de las explotaciones en el conjunto de la cadena alimentaria, y trabaja para vertebrar mejor esta cadena y reforzar la competitividad del sector”. A este respecto, el ministro se ha referido a la reciente aprobación de las leyes de mejora de la cadena alimentaria y de fomento de la integración cooperativa.

 

También ha reiterado los esfuerzos del Gobierno español para impulsar la internacionalización de las producciones y elaboraciones españolas, además de fomentar la innovación en productos y procesos, tanto en las explotaciones agrarias como en las industrias agroalimentarias.

 

En opinión de Arias Cañete, “con estas actuaciones avanzamos en el camino para consolidar nuestra renovada agricultura familiar como una agricultura a la altura de los tiempos”. De hecho, ha añadido, España, país mediterráneo, es el octavo país exportador mundial de productos agroalimentarios, “y su base productiva sigue siendo la explotación familiar de carácter empresarial”, ha concluido.

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