Con motivo del primer encuentro del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con su homólogo estadounidense, Joe Biden, el próximo lunes en la cumbre de la OTAN de Bruselas, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) cree conveniente recordar que el sector agroalimentario sigue sin tener ninguna información del estado de las negociaciones entre la UE y EEUU sobre el conflicto aeronáutico y, por ende, sobre la resolución de los aranceles que pesan sobre numerosos productos españoles, entre ellos la aceituna de mesa.

Tanto la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, como el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, se comprometieron en marzo, aprovechando las negociaciones del conflicto aeronáutico, a intentar una solución al problema de los aranceles de la aceituna negra española, que desde mediados de 2018 soporta unos gravámenes medios del 35% en las aduanas de EEUU desde que la Administración norteamericana acusara a la industria española de llevar a cabo prácticas de dumping y percibir subvenciones ilegales para favorecer su competitividad.

Ante la inquietud que asola al sector, Asemesa se ha dirigido por carta a los ministros españoles de Agricultura Pesca y Alimentación, Luis Planas, y de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, solicitándoles una vez más información sobre el avance de las negociaciones en curso y reclamándoles que “España ejerza la máxima presión en Bruselas para que la Comisión aproveche la oportunidad de las negociaciones para buscar una solución al problema de la aceituna negra”.

Asemesa considera que las supuestas buenas relaciones con EEUU deben demostrarse con hechos y la reunión del próximo lunes sería una buena oportunidad para tratar de resolver de una vez el problema de las aceitunas negras. Sería conveniente recordar que una de las zonas más afectadas por los aranceles de EEUU es precisamente la situada en el entorno de la base norteamericana de Morón de la Frontera, en Sevilla, según destaca. “Resulta paradójico que entre ambos países existan esas magníficas relaciones en material militar y de defensa estratégica mientras los agricultores e industriales españoles sufren las consecuencias de los aranceles impuestos por EEUU a un país, España, que se considera aliado”, concluye.

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