Miembros de la junta directiva de la Asociación del Olivar Tradicional Español (Asolite) mantienen en el Congreso de los Diputados en Madrid una serie de reuniones con diputados que representan a sus diferentes partidos en la comisión de Agricultura. El objetivo de dichas reuniones es la de aportar medidas, mejoras y correcciones a la Ley de la
Cadena Alimentaria, y a cuyas aportaciones se han mostrado “en disposición de asumirlas” los diversos representantes políticos, quienes han conocido de primera mano éstas y otras necesidades urgentes que tiene el sector del olivar
tradicional, según subraya en un comunicado.

Durante la mañana, Asolite se ha reunido con Inés Arrimadas y María del Carmen Muñoz, de Ciudadanos; Herminio Sancho, Juan Francisco Serrano y Mariano Sanchez, del PSOE; y Ricardo Chamorro, José Alcaráz y Alberto
Parodi, de Vox; y con Milagros Marcos, Juan Manuel Costenla, Teresa Jiménez Becerril y Sebastián Ledesma por parte del Partido Popular. Podemos y Grupo Mixto ocuparon las citas de la tarde.


Así, en el ámbito internacional, debido a que el volumen de importaciones en España de aceite extracomunitario supera ampliamente el límite de los cupos arancelarios previstos en los Tratados Internacionales, desde
Asolite piden que se denuncie ante Europa el efecto negativo que este tipo de acuerdos está teniendo sobre nuestro mercado. Un claro ejemplo de ello es la presión que ejercen terceros países para conseguir su ampliación, con propuestas ya sobre la mesa como el proyectado para Túnez o el Tratado de Mercasur, ausente de reciprocidad y que se prevé mantenga aranceles para las exportaciones de aceite de origen español, según subrayan. “Siendo conscientes de que estamos obligados a cumplir los tratados en vigor, desde Asolite pedimos al Gobierno
de España un aumento de los aranceles para las importaciones de aceite de oliva de origen extracomunitario que excedan los cupos arancelarios autorizados”.


Además, a nivel internacional, desde Asolite han solicitado que desde el Gobierno se exija el cumplimiento de las mismas normas sanitarias y de calidad en origen que sí se exigen a los productos europeos y, en este caso, al aceite de
oliva; una acción que debería ir acompañada de inspecciones exhaustivas de las cisternas de aceite de oliva en frontera, “que a día de hoy no pasan de ser meramente testimoniales”.


En el ámbito nacional, desde Asolite han realizado una serie de propuestas como son: Definir en la propia Ley de Cadena Alimentaria qué se entiende por aceite de oliva español, debiendo considerarse como tal a todos los efectos
únicamente aquel aceite de oliva producido en explotaciones agrícolas asentadas en suelo español según los estándares de calidad europeos. Definir igualmente en la Ley de Cadena Alimentaria qué es el aceite de olivar
tradicional de cara a su diferenciación, respecto del procedente de otros tipos de cultivo como el intensivo y el superintensivo.

Igualmente, luchar contra el fraude en el etiquetado del aceite de oliva: “En esta Ley vemos que se recoge un endurecimiento de las sanciones para los fraudes, pero echamos en falta que se incluya un aumento en los mecanismos de inspección y detección de estos fraudes. Es urgente una mayor dotación de unidades de
inspección y control con el fin de practicar inspecciones sistemáticas a todos los grupos envasadores que importan aceite de países extracomunitario y se pueda verificar que dicho aceite extracomunitario sale a la venta con
indicación clara (no engañosa) de su procedencia en el etiquetado, y sin haber sido objeto de mezclas. Es decir, una mayor inspección y vigilancia del cumplimiento de la norma, no siendo suficiente con aumentar la penalización
de estas prácticas”. Igualmente es necesario un aumento de las inspecciones y medidas de control frente a envasadores y aquellas grandes superficies que realizan campañas agresivas de venta del aceite de oliva por debajo de su coste de producción.

Sobre la Ley de Cadena Alimentaria que prohíbe la venta del aceite de oliva por debajo de su coste de producción. “Al respecto pedimos que sea el Gobierno quien fije y publique de forma periódica este coste de producción atendiendo a
la variedad y tipo de cultivo y no quede en manos de cada productor la obligación de demostrar cuál es su coste de producción”, afirma. No obstante, “debemos manifestar que la puesta en práctica de esta medida si bien en teoría es de Justicia, en la práctica producirá que el aceite de oliva de cultivo tradicional sobre todo el procedente de aquellos cultivos menos productivos y por ende con un mayor coste de producción- sea el excedentario. Será demandado de forma prioritaria el aceite de oliva de las variedades con un menor coste de producción y para el final quedará el
proveniente del olivar tradicional. Creemos que hay que ser cauteloso con esta medida, puesto que sin las correspondientes medidas correctoras será perjudicial para aquel aceite de oliva de olivar tradicional, con un mayor
coste de producción, que se verá abocado a competir no sólo con el menor coste de producción del aceite extracomunitario sino también con el de origen español pero de variedades más productivas y menores costes de producción”.

Y agregan: “Pedimos al respecto se inicie desde esta misma Ley un tratamiento diferenciado del aceite de oliva procedente de olivar tradicional”, con mención en el etiquetado de su origen de cultivo tradicional, con mención a
sus beneficios medioambientales y, sobre todo, con beneficios fiscales a los compradores para favorecer su venta y que no quede anualmente en bodega como excedentario”.

Respecto de la Autorregulación del Aceite de Oliva, esta asociación plantea para su exitosa aplicación las mismas consideraciones vertidas para la Ley de Cadena Alimentaria en general. Sobre el decreto de transición de la PAC aprobado por el Gobierno para los años 2021- 2022, Asolite considera que “es sumamente perjudicial para el olivar tradicional, receptor originario de esta ayuda. El Gobierno introduce con este Decreto la antesala de una tarifa plana de ayudas para el aceite de oliva de olivar tradicional, en una clara apuesta por favorecer a los recientes cultivos de
olivar superintensivo en perjuicio del olivar tradicional que en su día fue el receptor original de esta ayuda. La aplicación de este Decreto es un nuevo mazazo para el olivar tradicional que hará perder a muchos receptores hasta
el 40 por ciento de su subvención en el margen de sólo dos años”.
Esta asociación apuesta por dos medidas que sustituyan a este decreto: aplicación de una convergencia moderada y progresiva en el periodo máximo de años permitido por la UE para atenuar el impacto en el olivar tradicional. “No a la eliminación de los derechos históricos que en su día fueron concedidos al olivar tradicional, y que ahora se pretenden repartir con otros cultivos más eficientes y plenamente competitivos, por lo que no necesitan de esta ayuda, y sí a establecer un techo o máximo de subvención para aquellos derechos de importes más elevados y no la
reducción drástica y generalizada que se pretende. Ayudas complementarias a la PAC para los cultivos más
desfavorecidos”, subraya.


Otras medidas y consideraciones


Además de las aportaciones a la Ley de la Cadena Alimentaria, Asolite ha traslado a los diversos representantes políticos otras medidas y consideraciones necesarias para el olivar tradicional español, como son “destacar la
importancia y el valor económico, social, medioambiental, histórico, cultural, paisajístico, para la salud… del aceite procedente del olivar tradicional, y su efecto de generación de empleo y fijador de población en las zonas rurales;
nuevos planes hidrológicos que aumenten las cotas de agua y favoreciendo y llegada a olivares tradicionales que por su orografía están fuera de cualquier reconversión y continúan siendo de secano, a pesar de llevar décadas
demandando más agua.


Junto con un aumento de la promoción a nivel nacional e internacional de las bondades de nuestro aceite de oliva español; un aumento de las medidas fiscales a favor del olivar tradicional para mejorar su competitividad en el mercado y reducir costes de producción; y la creación y puesta en marcha de una serie de programas de asesoramiento y fomento de la venta de aceite de oliva al por menor para productores y cooperativas han sido también otras de las numerosas medidas que han sido trasladadas por Asolite en el Congreso de los
Diputados.

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