Hace ahora 20 años, España exportó a China sus primeros aceites de oliva. En concreto, las aduanas de ese país contabilizaron en 1998 las primeras partidas del producto, unas modestas 40 toneladas, por un valor 67.000 euros. Una cantidad muy limitada, que sin embargo ya situó a España como líder de ventas, con una cuota de importaciones del 55,17% sobre las 73 toneladas adquiridas en total por el gigante asiático. Dos décadas más tarde, en 2017, España siguió dominando las ventas, con una cuota del 80% sobre el total de importaciones, y 31.262 toneladas. Un mercado que ha crecido con una fuerza tremenda y que se ha consolidado como nuestro segundo cliente fuera de la Unión Europea, tan sólo superado por Estados Unidos.

 

De hecho, los aceites de oliva, con 140 millones de euros en 2017, suponen más del 11% de nuestras exportaciones de alimentos a ese país en valor. Unas cifras espectaculares que son el resultado del trabajo de muchas empresas españolas que apostaron por explorar un mercado que, en su momento, estaba plagado de enormes interrogantes. A esos pioneros hemos de unir la labor que, desde el año 2009, viene desarrollando la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español, que no ha dejado de implementar campañas de promoción en un país que, desde el principio, se consideró como estratégico para nuestro sector, como explica Pedro Barato, presidente de la Organización: “En el caso de China, nunca hemos tenido ninguna duda, el futuro de nuestros aceites pasa por liderar ese inmenso mercado. Allí, el consumo no deja de crecer. Cada vez más ciudadanos chinos ven en los aceites de oliva una forma de alimentarse más sana, sin renunciar a sus tradiciones culinarias”.

 

De hecho, según los últimos datos de las Aduanas de China, las ventas de Aceites de Oliva de España en el primer trimestre de 2018 crecieron un espectacular 30,91%, hasta rozar las 5.500 toneladas, muy por encima de las importaciones globales chinas que se incrementaron en un 18,26%. Por esta razón, la visita de Estado del Presidente Xi Jinping a España, con motivo de la celebración del 45 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, es vista por el sector como una oportunidad de estrechar aún más los lazos comerciales con el gigante asiático. De hecho, el propio presidente Xi hizo un llamamiento a la “open economy” durante la primera edición de la feria China International Import Expo (CIIE) celebrada en Shanghái a principios de este mes. Una oportunidad que el sector no está dispuesto a desaprovechar.

 

Aceites de Oliva de España en colaboración con la UE lanzó en septiembre la campaña Olive Oil World Tour en Asia. Dotada con 7,2 millones de presupuesto para los próximos tres años, se presentó a los medios de comunicación en Pekín. Una campaña que estima alcanzar más de 2.100 millones de impactos y que se ha marcado como reto incrementar la intención de compra hasta en un 10%, de los aceites de oliva entre la clase media china que no deja de crecer: “El consumo de nuestro producto está muy concentrado en estos momentos en las grandes urbes chinas. Estamos convencidos que esta campaña, que está teniendo una enorme visibilidad en los centros neurálgicos de concentración de viajeros internacionales y locales en China, ayudará a llegar a nuevos consumidores. Lo cierto es que es imposible aventurar hasta dónde podemos llegar en este gigantesco país”, ha declarado el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.

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