El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, ha asistido hoy, acompañado de la delegada del Gobierno, Ana Cobo, a la XXXVI edición de la Fiesta de la Aceituna de Martos, donde ha subrayado la importancia del oleoturismo para generar riqueza en las economías locales y para reforzar la autenticidad de la oferta del destino Andalucía.

 

Esta festividad, instaurada en 1979, simboliza el inicio oficial de la campaña de la aceituna y sirve para rendir homenaje a todos los que trabajan en ella. La celebración, que alberga diversas actividades, tiene como actos más destacados una emulación de extracción de aceite con una prensa de husillo y la distribución del denominado “hoyo aceitunero” (una bolsa con pan, aceite de oliva, aceitunas, bacalao y agua).

 

Francisco Javier Fernández ha afirmado que el aceite de oliva, principal exponente de la dieta mediterránea, es un recurso gastronómico en sí mismo porque está presente en todo el recetario de la región y ha añadido que, además, es un reclamo cultural porque su producción tiene una tradición milenaria en la comunidad y ofrece un conjunto de recursos y de vivencias que son únicas en el mundo.

 

Así, el consejero ha apostado por reforzar la creación de productos turísticos en torno a estos recursos para satisfacer las expectativas de unos viajeros cada vez más interesados en vivir experiencias en los destinos, al tiempo que ha asegurado que el patrimonio que constituyen las almazaras y los paisaje de olivos en multitud de municipios de Jaén, ya son un enorme atractivo para la visita, más allá de la gastronomía.

 

El turismo gastronómico constituye, actualmente, uno de los principales reclamos de la oferta Andalucía al motivar cada año la llegada a la región de 650.000 visitantes. Además, la restauración es el gasto que acapara la mayor parte del presupuesto del turista en el destino, con cerca del 40%. En las encuestas de satisfacción, los viajeros le otorgan a la gastronomía andaluza una valoración de 8,2 puntos sobre 10.

 

Este tipo de turismo presenta, además, múltiples sinergias con otros segmentos a los que complementa. En este sentido, suele acompañar y atraer con facilidad a turistas cuya principal motivación se encuentra en otros segmentos (como el cultural o el de sol y playa). Igualmente, se trata de una tipología estratégica para combatir la estacionalidad de la actividad y conseguir fidelizar clientes hacia el destino.

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