Los servicios técnicos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sierra de Cazorla ha realizado un informe de situación del olivar de la comarca a inicios de este mes de septiembre. Asegura que el olivar tras la parada estival se enmarca bajo los siguientes parámetros en la comarca de la Sierra de Cazorla: el fruto en los secanos evolucionó aumentando notablemente su peso y su calibre durante el final de la primavera y el inicio del verano, pero a partir de principio de agosto, el estrés hídrico ha hecho mella en el cultivo y se han reducido ostensiblemente el calibre y el % de humedad del fruto, muy relacionado también por la cantidad de fruto cuajado, del orden de un 73% más que en la pasada campaña 2019/2020 en el olivar de secano, en el olivar de riego también ha habido un aumento importante en producción en número de frutos por brote de media con respecto a la campaña 2019/2020, este aumento estimamos que ha sido del orden de un 53% con respecto a la anterior campaña, lo cual por el momento nos hace pensar que el aforo de cosecha podría ser similar a la de hace dos años (campaña 2018/2019) y suponer un aumento de la producción global en nuestra comarca del 60% con respecto a la pasada campaña 2019/2020, situándonos con una estimación de producción en los olivares de nuestra comarca próxima a los 250.000 toneladas de aceituna, datos que aún pueden variar de forma considerable según el desarrollo de los diferentes condicionantes agronómicos durante las próximas semanas y que rigen la evolución del desarrollo del fruto, como la climatología entre otros factores.

En cuanto a los problemas fitosanitarios de nuestros olivares debemos mencionar que las plagas en la actualidad empiezan a configurarse después del verano y de cara al próximo otoño, durante la parte final del mes de septiembre se espera la llamada “Caída de San Miguel”, ocasionada por la tercera generación del prays, que afectó a nuestros olivares durante la segunda mitad del mes de mayo y la primera del mes de junio con una intensidad notable, la larva del insecto saldrá de los frutos atacados durante aquellas fechas a finales de septiembre y derribará buena parte de los frutos afectados, reiteramos que su incidencia ha sido fuerte y ha afectado en mayor cuantía a los olivares de fenología más temprana durante este año, como ya incidimos en el anterior informe. Por último, incidir en la plaga de la mosca del olivo que está teniendo una notable incidencia en los olivares de la comarca con altitudes superiores a los 800 metros, durante los últimos días debido a la moderación de las temperaturas y al aumento de la humedad ambiental durante las noches, al acortarse las horas de sol, existe un riesgo elevado de picada del fruto debido a los altos niveles poblacionales del insecto en estos olivares de 800 metros sobre el nivel del mar hacia arriba. Es de prever que la evolución del insecto en las próximas semanas, conforme se vayan suavizando las temperaturas en los olivares de altitud inferior a los 800 metros, haga necesario la realización de los oportunos tratamientos fitosanitarios para evitar el daño de la misma que se deberán mantener mientras la temperatura media no baje de los 10º C, siendo conveniente adelantar la recolección todo lo posible del fruto para minimizar la incidencia del insecto.

Servicio técnico Consejo Regulador de la DOP Sierra de Cazorla

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