La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha notificado al Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) que revoca la autorización concedida a esta sociedad para la creación de dicho mercado, por lo que procede a darlo de baja en los registros de la CNMV, tal y como solicitó el MFAO.

 

Fuentes del MFAO han confirmado que de esta manera se afronta la fase final de disolución y liquidación de este mercado que ahora tendrán que llevar a cabo los tres agentes liquidadores nombrados en la Junta General celebrada el 31 de marzo que confirmó por unanimidad el cierre de este mercado propuesto por el consejo de administración.

 

El MFAO ha cerrado su actividad tras doce años de existencia desde que comenzó a operar en febrero de 2004 en Jaén la sociedad rectora para ser un instrumento al servicio del sector oleícola desde la capital mundial del olivar y del aceite de oliva.

 

El cierre del MFAO se ha adoptado ante las estrictas exigencias de adaptación y requerimientos normativos y económicos demandados por la reglamentación comunitaria y por el alto desembolso económico al que había que hacer frente para la mencionada conversión, según sostienen fuentes del consejo de administración.

 

Desde el 18 de noviembre del 2014 el MFAO cesó su actividad en la negociación de contratos de futuros con el fin de adaptarse a la nueva normativa europea, situación que motivó una falta de ingresos económicos y un plan de austeridad y de recortes de sueldos entre su decena de trabajadores.

 

Desde el MFAO se ha defendido, no obstante, su utilidad por ser una herramienta que aporta transparencia y ha cumplido con una función como observatorio de precios que da cobertura ante las oscilaciones de los mismos, para lo que también reporta seguridad jurídica.

 

El MFAO, que comenzó a operar en 2004 tras varios años de trabajo previo de la sociedad promotora, contaba con 250 clientes y tenía un promedio anual de contratos superior a los cien mil y 62 accionistas, de los cuales la Junta de Andalucía tenía un 32 por ciento de las acciones y el resto lo conformaban entidades financieras y empresas relacionadas con el sector oleícola.

 

Desde su creación ha tenido resultados económicos dispares, ya que en este mercado intervienen cada año diferentes factores, como las previsiones de producción de aceite de oliva, las existencias o las oscilaciones de precios para negociar un contrato de futuros sobre aceite de oliva, que es un acuerdo entre dos partes para entregar o recibir una tonelada de este producto en una fecha futura y por un precio acordado.

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