La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, ha destacado hoy en Córdoba la diversidad genética que caracteriza al olivar andaluz, “una reserva que permite encontrar soluciones a enfermedades actuales y futuras o propiedades que hagan a una especie adaptarse mejor a un medio diferente”, lo que supone “una grantía de futuro para el sector”.

 

Elena Víboras ha realizado esta reflexión durante la inauguración de la jornada técnica “El Banco de Germoplasma y la Producción de Planta de Olivo Certificada en Andalucía”, organizada por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), dependiente de la Consejería, con la colaboración de la Universidad de Córdoba.

 

Al respecto, la consejera ha resaltado que las jornadas servirán para “profundizar en uno de los tesoros que albgerga Córdoba, el Banco de Germoplasma Mundial del Olivo, que recoge más de 880 muestras vivas con 500 variedades de olivo de las 1.200 que hay catalogadas, no sólo para preservarlas sino también para conocerlas mejor y utilizarlas para obtener nuevas variedades”. La sede de este Banco de Germoplasma Mundial del Olivo se encuentra en el centro Ifapa Alameda del Obispo”, en Córdoba, y también tiene plantaciones y laboratorios en el centro Ifapa de “Venta del Llano” en Jaén.

 

“Estamos siendo testigos de un nuevo tiempo para el olivar, un tiempo de cambio, que viene produciéndose con intensidad en las últimas décadas, pues durante siglos, los agricultores han ido labrando las variedades que mejor se adaptan a su territorio”. Una tarea, realizada durante más de 6.000 años, que hoy tiene continuidad en la labor que realizamos desde el centro Alameda del Obispo, ha explicado la consejera.

 

De esta forma, “un cultivo que tenga pocas variedades, es decir, poca diversidad genética, es más vulnerable a enfermedades o cambios porque tiene menos recursos para adaptarse y, además, el daño se propaga más rápido”, ha precisado.

 

Por ello, Elena Víboras ha incidido en que “aunque en Andalucía contamos con 120 variedades del olivo y sólo cinco predominantes, es importante conservar un reservorio de variedades diferentes a partir del cual desarrollar nuevas que sean resistentes a enfermedades, que se adapten mejor a la falta de agua, que sean más aptas para su recolección mecanizada o, simplemente, que tengan diferente sabor”.

 

Para conseguirlo, además de coleccionar el material vegetal, es necesario conocerlo bien, estudiar las propiedades de cada variedad, probarlas e, incluso, buscar otras nuevas en otros lugares del planeta “y eso es, precisamente, lo que hace el Banco de Germoplasma”, ha subrayado. Gracias a este esfuerzo, investigadores de la Universidad de Córdoba y del Ifapa han conseguido desarrollar y registrar una nueva variedad para olivar superintensivo, con el nombre “Sikitita”, una variedad desarrollada aquí, en Andalucía, y que desde 2009 se exporta a varios países, ha asegurado.

 

Además, se están probando diferentes variedades en siete provincias andaluzas para ver cuáles se adaptan mejor al cambio climático e, incluso, se han desarrollado técnicas para evitar la propagación de enfermedades en los plantones de olivo.

 

“Aunque Andalucía es la principal interesada en mantener esta diversidad debido a la enorme importancia social y económica que tiene este cultivo para nosotros, el patrimonio genético tiene un valor universal y, por ello, desde sus orígenes, el Banco de Germoplasma ha colaborado con otras redes de germoplasma en otros países y así lo seguirá haciendo”, ha resaltado Víboras. Prueba de ello, ha concretado, “es el convenio con el Consejo Olícola Internacional que se firmará para intercambiar variedades con los diferentes países miembros”. Un convenio abierto a otras entidades nacionales e internacionales interesadas en colaborar con este proyecto, ha apuntado.

 

“El olivar se enfrenta a grandes retos y uno de ellos es el control de la verticilosis y, para ello, es necesario la mejora varietal y aunar esfuerzos. El Banco de Germoplasma se convierte así en puntal estratégico para Andalucía, por eso debemos abanderar este trabajo con perseverancia para que el futuro del olivar sea sólido y sostenible”, ha reiterado Elena Víboras durante la inauguración de estas jornadas.

 

“Contamos con unas condiciones inmejorables para liderar este progreso, junto a excelentes investigadores y profesionales de centros como el Ifapa, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Jaén, el CSIC e, incluso, el propio sector viverista y, por supuesto, un importante apoyo tanto institucional como empresarial”. Una colaboración, que, tal y como ha apuntado, “desde la Junta de Andalucía seguiremos impulsando para ofrecer al sector del olivar las mejores soluciones a través de la investigación y la innovación”.

 

Visita al centro Ifapa ‘Alameda del Obispo’

Tras la inauguración de las jornadas, la consejera ha visitado las instalaciones del centro del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) “Alameda del Obispo” en Córdoba, que cuenta con siete invernaderos, 69 salas de preparación y almacenes, cinco cámaras de conservación, 12 cámaras de cultivo, 20 laboratorios y cinco aulas.

 

Este centro cuenta con 185 profesionales que desarrollan su trabajo de investigación, transferencia de tecnología y formación. Los proyectos de investigación y transferencia vigentes ascienden a 42, entre los que destacan el  Banco de Germoplasma Mundial del Olivo, los trabajos del área de mejora y biotecnología de los cultivos, los proyectos Life+, el dedicado al regadío y al cambio climático, los proyectos del área de tecnología, postcosecha e industrias agroalimentarias, así como los proyectos de formación.

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