Los datos, todavía provisionales, publicados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) indican que el inicio de la campaña oleícola 2017-2018 ha sido muy positivo, con un incremento del 9,5% de las salidas al mercado, con respecto al mismo período del año anterior, y un total de 115.660 toneladas de aceite de oliva comercializadas. Todo ello, a pesar de que la cantidad de enlace, en la presente, es inferior contabilizándose 305.000 toneladas frente a las 331.000 del año pasado.

 

Este incremento se produce en el mercado del aceite español, pese a que las previsiones hablaban de una reducción de salidas en los primeros meses de campaña debido a la mayor disponibilidad en el resto de países productores; esto es, Italia, Grecia y Portugal, en Europa; así como Túnez Turquía, Marruecos y Argelia, en la cuenca mediterránea, aumentando el nivel de importaciones y, por consiguiente, provocando una menor comercialización del nuestro.

 

Sin embargo, y siempre con datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), la producción mundial vuelve a estar muy ajustada en la actual campaña, por lo que la española vuelve a ser imprescindible para cubrir la demanda. De acuerdo a los datos presentados por la Junta de Andalucía en el aforo de olivar del mes de octubre, en base a las previsiones del COI, la oferta internacional se situará en 2.854.000 toneladas de aceite de oliva en 2017-2018, mientras la demanda global, teniendo en cuenta la evolución del crecimiento, se calcula en 2.929.000 toneladas.

 

En línea con lo anterior, para Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía lo más preocupante no es el descenso del 16% en la producción andaluza prevista, hasta las 884.900 toneladas, o el 14% en la producción nacional, estimándose 1.106.000 toneladas para el conjunto de España. Lo que realmente causa preocupación en las cooperativas y en la federación es la intensa sequía que atravesamos y que está afectando a los olivos, los cuales acumulan ya un déficit  hídrico de varios años, lo que puede conllevar una desastrosa campaña 2018-2019, teniendo en cuenta que casi el 70% del olivar andaluz es de secano. Todo ello, sin olvidar que, de seguir así los niveles de los embalses, pueden producirse restricciones en el riego de cara a la próxima primavera.

 

En otro orden de cosas, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía quiere poner en valor que nos encontramos ante la primera campaña de aplicación del Sistema de Autocontrol Reforzado de la Calidad para los aceites de oliva virgen extra. Se trata de una iniciativa que, impulsada por Cooperativas Agro-alimentarias, fue presentada en el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a mediados del mes de septiembre con el respaldo de la Administración nacional.

 

Se trata de método voluntario que tiene como objetivo incrementar la garantía de la calidad de los aceites de oliva de cara al consumidor, al tiempo que aportar mayor seguridad jurídica a las empresas envasadoras. Además de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, se han acogido a esta iniciativa por la transparencia y la calidad las asociaciones del sector Anierac (Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles) y Asoliva (Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva).

 

Dado que sólo las entidades representadas por las organizaciones firmantes pueden acogerse a este sistema de autocontrol reforzado, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía insta al resto de organizaciones, que se han quedado al margen, a sumarse, de modo que todas las empresas, sean o no cooperativas, puedan garantizar al consumidor este plus de calidad.

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