La recolección de la aceituna 2020-2021 en la DOP Sierra de Cazorla se ha completado prácticamente en su totalidad, en una campaña que se ha caracterizado por rendimientos grasos muy por debajo de los valores normales, situándose en un 19,13% de media, lo cual supone un descenso del orden de 3 puntos porcentuales sobre los valores normales de la media histórica.

Los aforos de cosecha previos a la campaña se han ido a la baja por el mal desarrollo del fruto en la recta final de maduración, muy influenciado por la alta producción del olivar y el importante déficit hídrico de los suelos de nuestros olivares, muy influenciado por la irregularidad de las precipitaciones durante el año 2020 que acumuló lluvias en primavera, pero padeció un invierno y una buena parte del otoño extremadamente secos. No obstante, la producción global de la comarca de la Sierra de Cazorla ha sido de 237.000 toneladas de aceituna, que se han traducido en 45.000 toneladas de aceite final en las bodegas de las almazaras.

En cuanto a la calidad media de los aceites obtenidos, ésta ha sido muy buena sobre todo en el primer tercio de campaña, donde la mayoría de las entidades consiguieron sus mejores zumos, a partir de diciembre el fruto se ha visto afectado por las inclemencias meteorológicas y el exceso de madurez, descendiendo la intensidad de los frutados y el nivel de los aceites producidos, aunque en muchos casos la catalogación de virgen extra se ha seguido dando con frutados menos intensos, según aseguran desde la DO Sierra de Cazorla.

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