El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ha manifestado que la Junta mantendrá su empeño en  lograr un resultado que contribuya a mantener el actual nivel de ayudas para Andalucía, en el marco de la negociación que se inicia en el mes de julio para concretar el modelo de aplicación en España de la nueva Política Agrícola Común (PAC).  El consejero ha destacado como novedad importante el acuerdo recientemente alcanzado entre Parlamento y Consejo sobre perspectivas financieras para el marco 2014-2020, “ya que desbloquea aquellos aspectos pactados en el mes de febrero por el Consejo Europeo, puesto que el Parlamento europeo no estaba conforme en que se aplicaran en esta reforma, sin que antes se hubiera llegado a un acuerdo sobre cuestiones presupuestarias”.

 

Planas, que ha realizado estas declaraciones con motivo de la reunión de la Mesa de Interlocución Agraria, integrada por representantes de las Organizaciones Agrarias y las cooperativas, para analizar el acuerdo final alcanzado en Bruselas sobre esta reforma comunitaria, ha reiterado que “ésta no es nuestra PAC pero vamos a seguir negociándola hasta el final”. En ese sentido ha recordado que dicha fase de negociación entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas “es tan decisiva como la que acaba de concluir a nivel comunitario. Por ese motivo, con las organizaciones agrarias y las cooperativas hoy aquí presentes, vamos a debatir sobre la estrategia a seguir para que, en la conferencia sectorial prevista los días 24 y 25, los intereses de Andalucía estén bien defendidos y consigamos,  como es nuestra pretensión, que nuestros agricultores y ganaderos mantengan su nivel de renta”.

 

“En dicha fase de negociación nacional -ha precisado-, se concretarán elementos fundamentales, entre los cuales destacan los criterios para definir el modelo de región. La postura andaluza al respecto es favorable a la aplicación de un modelo mixto que  combinen criterios agronómicos y económicos con administrativos. Según ha indicado el consejero, “el propósito de ello es evitar el trasvase de ayudas entre productores y territorios y limitar las pérdidas para nuestros agricultores, como hemos venido defendiendo desde el principio, de manera que no se destinen fondos para actividades que no sean productivas desde el punto de vista agrícola y ganadero”.

 

Para el representante del Gobierno andaluz la actual reforma de la PAC “no responde a las demandas de nuestra estructura productiva agrícola y ganadera, pese a paliar algunos de los efectos perjudiciales que acarrearía a nuestra comunidad autónoma, como la convergencia interna entre regiones, que se limita al 60%. Asimismo, se ha referido a las pérdidas potenciales máximas por parte de cada agricultor que “gracias  a la intervención muy activa por parte del Parlamento, no podrán superar el 30%”. “En ambos casos -ha recalcado-, lo deseable para Andalucía hubiera sido alcanzar una cifra inferior”.

 

En su opinión, “esta reforma venía torcida desde el principio, al tratarse de una propuesta muy desfavorable para los intereses de Andalucía como agricultura competitiva y productiva, basada en la aplicación de una tasa plana o ayuda homogénea para todos los cultivos, cuyos efectos vamos a tratar de limitar al máximo. No ha desaparecido totalmente el fantasma del horizonte, pero sí una parte importante y ahora se trata de conseguir el máximo rendimiento para nuestros agricultores y ganaderos”.

 

Como aspectos positivos de este acuerdo de reforma, el consejero ha subrayado el relativo al régimen de pequeños agricultores, “que en el conjunto de  Andalucía afecta a unos 117.000 perceptores de los más de 280.000 que se contabilizan en el conjunto de la comunidad autónoma y que les supone hasta 1.250 euros, una asignación en la que los elementos de convergencia no tienen cabida”. “En cuanto al pago verde -ha apuntado-, hemos conseguido una de nuestras reivindicaciones desde un principio, la inclusión de los cultivos permanentes, entre ellos algunos tan estratégicos como el olivar y los cítricos”.

 

Planas no se ha mostrado tan positivo a la hora de valorar las medidas de mercado. En ese sentido ha lamentado que no se haya avanzado en cuestiones tan necesarias como son los instrumentos de gestión de mercados, que de forma coyuntural y estructural permiten dar estabilidad y corregir desequilibrios de la cadena agroalimentaria. “Los avances en este segundo reglamento de la PAC han sido mucho más limitados y aunque hemos conseguido que no desapareciera el precio de referencia del aceite de oliva, lo cual ya es un éxito, se ha dejado en mano de la Comisión la activación de su puesta al día. Éste es un mecanismo que nos obligará a hacer un trabajo permanente con el sector respecto a los costes y a la presión que tendremos que hacer para conseguir su activación en el marco comunitario”.

 

Igualmente, ha lamentado que las normas de la competencia no se hayan podido igualar con carácter horizontal respecto a las del paquete lácteo, aunque ha valorado la posibilidad de aplicar mecanismos de excepción en tiempos de crisis.

 

Respecto al reglamento de Desarrollo Rural, el consejero ha resaltado que “en principio, se  va aplicar un 85% de cofinanciación, tal y como se decidió en febrero, lo cual es importante para Andalucía. Asimismo, las mejoras en materia de regadío se limitan al 5% en cuanto al ahorro de agua, lo que nos permite continuar avanzando en ese sentido”.

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