UPA-Andalucía hace una primera evaluación de los perjuicios que están ocasionando las altas temperaturas en el campo, en la ganadería y en los montes. Además de constatar pérdidas importantes en diferentes cultivos, especialmente en olivar, aceite de oliva y aceituna de mesa, viñedo y tomate industrial, el secretario general de la UPA en Andalucía, Agustín Rodríguez, reclama “que el ganado vuelva al monte” como el mejor instrumento de limpieza encaminado a prevenir los incendios forestales. 

 

UPA-Andalucía recuerda que la nueva PAC ha dirigido las ayudas de la ganadería fundamentalmente “a primar las hectáreas, en definitiva la especulación, en detrimento de la carga ganadera, lo que se traduce en que cada vez hay menos ganado en el monte para evitar los incendios forestales. Y si el monte no está abierto para la alimentación del ganado, tenemos un problema. Por lo tanto, reclamamos un cambio de timón en las normativas comunitaria, nacional y regionales que recuperen la lógica contribución del ganado a las tareas de mantenimiento y limpieza de los bosques. De ahí que entendemos que, en una reforma intermedia de la PAC se revise este criterio, y que las ayudas se dirijan a la existencia de una cabaña ganadera con ganaderos, y no a cobrar por el simple hecho de tener la propiedad de las tierras, sin producir ni generar empleo”, asegura Agustín Rodríguez.

 

En cuanto a los efectos de las altas temperaturas en los cultivos, UPA-Andalucía informa de que se están produciendo, con carácter general, disminuciones de cosecha significativos, así como el incremento de los gastos de producción, sobre todo en el regadío. En el olivar, las previsiones de una cosecha media “claramente no se van a cumplir. A la falta de lluvias en primavera y las altas temperaturas durante la floración hay que añadir ahora el calor que estamos sufriendo, lo que ha agravado la situación, sobre todo en el secano, donde ya se pueden apreciar claros síntomas de agotamiento de los olivos, con lo que el fruto no crece adecuadamente. Aunque habrá que esperar al otoño, lo cierto es que los días de calor que llevamos equivalen ya a todo un mes de agosto y de seguir así podríamos asistir a una merma de producción muy importante. En el regadío, en estas fechas se está consumiendo un 50% más de agua que en una campaña normal, porque se ha tenido que comenzar en febrero ante la falta de precipitaciones”, señala.

 

En aceituna de mesa, la disminución de cosecha puede llegar a ser del 50% ante la ausencia de lluvia, por una escasa producción y con poco calibre, lo que hace que parte de esta pase a almazara para producir aceite de oliva. Una situación muy complicada con difícil solución en las zonas más afectadas, como el Aljarafe sevillano. 

 

Ante esta situación, UPA-Andalucía vuelve a solicitar la convocatoria de una Mesa de Sequía. “Entendemos que hay que evaluar los efectos y ver qué mecanismos se ponen en marcha para paliarlos. Igualmente, recordamos la importancia de los seguros agrarios, por lo que habrá que incrementar los trabajos que permitan que este instrumento cubra al 100% los daños por efectos climatológicos adversos y se incentive su contratación, así como otro tipo de medidas fiscales o créditos bonificados. Especialmente necesario, de forma inmediata, es el apoyo a la alimentación del ganado y el suministro de agua en las explotaciones”.

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