La marca Guillén cumple 50 años escribiendo gran parte de la historia del aceite de oliva español, y lo hace conservando los mismos valores de tradición olivarera y calidad que la caracterizaron en sus inicios, según señala la empresa en un comunicado.

 

Guillén comercializa aceites vegetales y aceitunas con una fuerte presencia en el mercado nacional y llevando sus productos a 15 países, teniendo una importante cuota en los Países Bálticos.

 

Los orígenes de Guillén se encuentran en un almacén del barrio madrileño de Vallecas, su rápido crecimiento le llevó a trasladarse a una fábrica en Valdemoro (Madrid) y a continuar paulatinamente el crecimiento del Grupo Acesur, que cuenta actualmente con ocho sedes en España y tres oficinas comerciales en el resto del mundo –Shanghai, Sao Paulo y Nueva York-.

 

Guillén fue una marca pionera en la exportación de aceite de oliva, de las primeras en imponerse estándares de calidad a finales de la década de los 60, tiempos en los que el control sobre la calidad del aceite de oliva no era tan minucioso como lo es en la actualidad, lo que redundaba en menor atractivo de cara a su internacionalización. La Feria de Sial, en París, a principio de los 70 fue el primer evento internacional al que acudió Guillén como marca.

 

Para conmemorar estos 50 años se ha lanzado al mercado una etiqueta conmemorativa que se puede encontrar en la botella de aceite de oliva virgen extra cristal. Un aceite de la mejor calidad, repleto de historia y tradición olivarera.

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