La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, ha lamentado en el Parlamento de Andalucía que la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, haya contribuido al rechazo de las Comunidades Autónomas a la propuesta andaluza de revisión de las ayudas asociadas de la Política Agrícola Común (PAC) en lugar de mantenerse neutral. “Tenía que haber sido como mínimo el árbitro”, pero ni siquiera ha admitido que pudiera haber un debate, ha señalado.

 

Para Ortiz, la actitud de Tejerina cierra la puerta a los agricultores y ganaderos andaluces más vulnerables, y condena al abandono a actividades que son estratégicas para los pueblos en los que se ubican.  Las ayudas asociadas están dirigidas a primar sectores con relevancia económica y social en los territorios que presentan problemas de productividad y poca rentabilidad, encontrándose, por tanto, en riesgo de desaparición.

 

En respuesta a una pregunta parlamentaria, la titular de Agricultura ha criticado que la ministra se haya negado a crear un grupo de trabajo para que las demás comunidades autónomas conocieran y valoraran la propuesta financiera de reajuste de ayudas realizada por Andalucía, “impidiendo la negociación”. Carmen Ortiz ha hecho hincapié en que de esta forma se ha desaprovechado “la única oportunidad de enmendar parte del agravio contra Andalucía” que ha supuesto la reforma de la PAC, ya que la Comunidad pierde una media de 96,5 millones de euros al año en ayudas directas, las que reciben los agricultores y ganaderos por sus explotaciones. “Hicimos nuestro trabajo en tiempo y forma, porque sólo había una posibilidad de revisar las ayudas asociadas, que es ahora, pero el Ministerio esperó al último día de plazo para celebrar la Conferencia Sectorial”, ha insistido la consejera.

 

La titular de Agricultura ha explicado que la revisión que proponía Andalucía era razonable y estaba “argumentada con criterios objetivos” y elaborada en estrecha colaboración con los representantes del sector. Además, se basaba en un posible reajuste financiero a través de la modulación de las ayudas asociadas, que supondría una mejora de su eficacia “sin perjudicar a otros sectores ni territorios”.

 

Carmen Ortiz ha recordado además que con la propuesta realizada por la Junta se ha cumplido el mandado del Parlamento Andaluz, que en una Proposición No de Ley conminó al Gobierno andaluz a haces las gestiones necesarias para solicitar una ayuda asociada para el olivar en pendiente, la uva pasa y el trigo duro, y la modificación de las existentes para la remolacha, los frutos de cáscara, el caprino y el vacuno de leche.

 

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