Otro momento trascendental para jaén y para el olivar

El peso del sector primario en la economía provincial es un hecho incuestionable, al igual que reconocer que la principal fuente de riqueza se centra en el olivar. De hecho, tanto el sector primario en general como el olivar en particular han ocupado desde siempre un lugar importante en las reflexiones y los debates del Consejo Económico y Social de la provincia (CES), lo que se ha visto reflejado a lo largo de estos años en trabajos, estudios y dictámenes, así como en la misma Memoria Socioeconómica y Laboral que se realiza con periodicidad anual. Por todo ello, tanto en los citados estudios como en las Jornadas y Foros organizados con el objetivo de abordar distintas cuestiones relacionadas con el olivar y establecer las estrategias que mejor defiendan los intereses provinciales, la nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) viene ocupando  una parte importante de nuestro tiempo y nuestro trabajo, ya que  cualquier avance en los planteamientos de la PAC tiene y tendrá una repercusión significativa en nuestra provincia, tanto a nivel económico como social.

Es por esta razón por lo que, en el momento de escribir estas líneas y ante la próxima reforma de la (PAC), no puedo dejar de recordar una situación muy similar que vino a coincidir con los primeros pasos de este CES, creado en el año 1996. En aquellos momentos, se empezaba a hablar de la Reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del aceite de oliva,  impulsada por el entonces Comisario de Agricultura Franz Fischler. Su Informe y su propuesta, que contemplaba suprimir la ayuda a la producción por la subvención por árbol, consiguió que se movilizaran en contra de la reforma todos los sectores implicados. La provincia de Jaén y el CES provincial protagonizaron en aquel momento grandes movilizaciones, en un acto de lucha por el sector y de defensa de nuestro olivar.

En estos momentos, en los que, por una parte, las propuestas del nuevo presupuesto para el período 2014-2020, del que se está hablando de manera insistente en estos días y que podría afectar de una manera significativa a la PAC, y, por otra, los distintos borradores que se han ido conociendo de la nueva PAC y que no auguran nada bueno para nuestra provincia, la inquietud en el sector parece estar plenamente justificada. En este sentido, el CES provincial viene incidiendo en una serie de recomendaciones que han quedado recogidas en su Memoria anual, de las que creo conveniente destacar aquí la necesidad, en primer lugar, de mantener el presupuesto actual de la PAC, y, en segundo lugar, de conservar la distinción  entre hectáreas productivas y no productivas. El CES considera, de hecho, que no pueden ser consideradas de la misma manera la tierra que genera valor y empleo, que además lleva años haciéndolo y generando los derechos actuales, y la que no ha producido nunca ni lo hará, por lo que es inaceptable un pago por hectárea que trate a toda la tierra por igual. Por último, el CES incluye también entre sus recomendaciones la necesidad de que la PAC establezca medidas destinadas a la mejora de los mercados con el fin de asegurar el futuro del sector a través de la organización de la oferta y la regulación de los mercados, dotando económicamente para ello a organismos específicos a tal fin.

Estamos, pues, ante otro de esos momentos trascendentales para el futuro de nuestra provincia, de nuestro olivar. Una vez más, es necesario buscar la unión entre las distintas administraciones, los agentes económicos y sociales y la ciudadanía para hacer oír su voz y sus propuestas. En ello, como en sus inicios, estará presente el CES.

Entradas recomendadas