El Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola, que elabora la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola, constata la necesidad de ampliar los estudios sobre el comportamiento del consumidor de aceites de oliva en distintos países, tanto productores como no productores.

Reconoce, no obstante, que se observa un mayor número de estudios en países como Túnez, Italia, Portugal y España, pero admite que falta tener un mayor conocimiento del comportamiento de los aceites de oliva en otros países consumidores y entiende que es relevante conocer mejor las actitudes y comportamientos de potenciales consumidores de países menos productores  y no productores para establecer mejores estrategias de comunicación.

Y ello porque se observa la necesidad de seguir relacionando las bondades saludables de los aceites de oliva vírgenes generando actitudes positivas y adherencia a la dieta mediterránea en los consumidores hacia los valores hedónicos, disposición a comprar, mantenimiento de la sostenibilidad ambiental e inclusión de aspectos culturales en los hábitos de los consumidores, como por ejemplo las DOP, las IGP o rituales, entre otros.

Legislación clara

Por otra parte, otra de las conclusiones de la Parte III de El Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola alude al efecto perjudicial del fraude en el comportamiento del consumidor, por lo que aboga por tener una legislación clara en este sentido, así como un etiquetado coherente que permita saber qué se consume y evitar la confusión del consumidor, aspecto éste que no aporta nada o más bien lo que aporta es negativo, sistemas como el Nutriscore que no tiene en cuenta el componente saludable de los aceites de oliva vírgenes, según subraya.

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