Esteban Momblán es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y el gerente del grupo oleícola Interóleo. Es un perfecto conocedor del sector olivar y de los aceites de oliva, por lo que sus reflexiones están pegadas al terreno y a las circunstancias y al contexto en el que se encuentra inmersa la olivicultura.

-¿Qué opinión tiene de Expoliva?

Con el paso del tiempo y la celebración de ediciones creo que se ha convertido en lo que se pretendía, que es ser un referente de ámbito mundial para el aceite de oliva y olivar. Además, el nivel de actividades es cada vez mayor y da mucha riqueza a la feria, el Simposium, el Salón de los Aceites, mayor diversidad de expositores…  Todo ello ha provocado la internacionalización de los visitantes lo que ha favorecido su desarrollo. 

-¿Eres partidario de que tenga carácter anual o bienal? ¿Por qué?

Creo que el ser bienal la hace más atractiva, porque permite conocer las novedades de todos los ámbitos de manera más interesante que si se celebrara anualmente. Y además incita más a visitarla por parte del visitante internacional ante la posibilidad de ver cosas nuevas que es más fácil que se produzca cada dos años que todos los años. No somos un sector donde las innovaciones o novedades se produzcan con tanta frecuencia. 

-¿Crees que el Simposio Científico-Técnico debe celebrarse en años alternos a Expoliva para darle más relevancia a este encuentro?

Creo que debería mantenerse junto con la celebración de Expoliva. Todos aquellos que participan o asisten al Simposium terminan visitando la feria. Además propicia que Expoliva tenga un carácter más científico y del conocimiento, y se puedan conocer las últimas investigaciones sobre diversidad de temas relacionados con aceite de oliva y olivar.  Expoliva y el Simposium son un complemento perfecto y no deberían disociarse.  

-¿En qué aspectos hay que poner el acento para mejorar Expoliva?

Sin duda aspectos logísticos como el aparcamiento y reducir tiempo de espera para la entrada o salida de la feria sería muy importante. Otro aspecto que se debería mejorar es la organización de eventos y presentaciones, ya que se desarrollan un número infinito de ellos y muchos de ellos pasan desapercibidos. Sería interesante una coordinación de todos por parte de la feria y que el visitante conociera de antemano lo que va a ocurrir para organizar su visita.

-Expoliva posiciona a Jaén en el mundo, pero ¿cómo debe Jaén liderar la toma de decisiones en materia de olivar y de aceites de oliva?

Somos un sector muy catastrofista en términos generales y una provincia algo acomplejada en particular.  En mi opinión Jaén sí tiene un peso específico importante sobre todo en la evolución de los precios internacionales. Una provincia que produce en torno al 20% de la producción mundial obviamente que lo que hace genera tendencia. Otra cosa es que la clara falta de coordinación sectorial a veces dé lugar a que no se tomen las mejores decisiones. No obstante, para “liderar” un sector hacen falta “líderes” y esto seguramente es lo que no tenemos, sobran opinadores de papel que dan recetas sobre qué debemos hacer cual médico de cabecera y faltan líderes empresariales que hagan de fuerza tractora. 

-¿Cómo ve el presente y el futuro del olivar y de los aceites de oliva, especialmente del olivar tradicional?

Con claros y oscuros. La pandemia actual nos ha enseñado muchas cosas, pero una de ellas fue que en los peores momentos, allá por marzo y abril de 2.020, el aceite de oliva fue de los productos más vendidos en alimentación. Eso genera un potencial espectacular que hay que saber aprovecharlo. El mensaje del consumidor fue claro. Además, los consumos mundiales van aumentando progresivamente y cada vez son más países donde su uso se inicia o se generaliza. En contra, los nuevos tipos de plantaciones de olivar son mucho más competitivas que el tradicional y son capaces de producir 1 kilo de aceite de oliva 1 € más barato que el tradicional. Además el uso de recursos de forma sostenible es el gran reto del futuro, aspectos como el uso eficiente del agua  y productos fitosanitarios nos debe llevar a una agricultura menos invasiva que la actual. El producto tiene un reconocimiento por el consumidor de saludable y sensorialmente cada vez más atractivo que hace augurar un gran futuro. 

¿Auguras equilibrio entre la producción y el consumo?

Siempre que se trata este tema solemos olvidar algo. Y es que no producimos tornillos donde puedes regular qué cantidad puedes producir y adaptar esta a la demanda. El olivo es un árbol vecero, incluso con el aumento importante del riego, las campañas van variando de altas a bajas de un año para otro generando excedentes o déficit de producto de un año para otro y provocando oscilaciones en el precio en ocasiones muy acentuadas. Pero esto será inevitable. Siempre pasará puesto que la producción no podemos controlarla. La clave está en saber gestionar esos excedentes para cuando haya déficit. Pero ahí es donde entra en juego lo que comentamos antes. Que hace falta coordinación sectorial y líderes  y empresas tractoras.

-¿Cree que la época dorada en el sector oleícola está por venir aún?

Por supuesto. Tenemos un producto estupendo desde el punto de vista gastronómico y de la salud, el consumidor lo sabe y lo aprecia. Tenemos que trabajar con el consumidor, tiene que estar en nuestro punto de mira de nuestras preocupaciones. Pequeños aumentos de consumos mundiales provocarán mejores precios y que los olivicultores, sobre todo del tradicional, le merezca la pena seguir con su actividad. La gran mayoría de debates sectoriales  aportan muy poco.

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