La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha participado esta mañana en Sevilla en un desayuno informativo organizado por ABC. Durante el mismo, García Tejerina ha desgranado los pilares que sustentarán el futuro Pacto Nacional por el Agua, en el que el Ministerio lleva meses trabajando con más de 125 reuniones con todos los agendes implicados. Se trata, en palabras de la ministra, de buscar “una política de agua que nos permita afrontar esta escasez de la manera más eficiente posible y con el máximo consenso. Y en este empeño, las claves han sido y seguirán siendo la planificación y el diálogo, indispensables para hacer frente a un desafío que avanza de manera inexorable”.

A este momento, se ha llegado tras un intenso trabajo de planificación hidrológica llevado a cabo en la pasada legislatura. “Sin planificación hidrológica, sencillamente no es posible hacer política de agua. Especialmente en un país como España, en el que el agua es un recurso natural que requiere la máxima atención”, ha señalado García Tejerina.

En palabras de la ministra, se busca “un pacto que haga de la gestión del agua una auténtica política de Estado, integradora, consensuada y solidaria. Un pacto con vocación de permanencia. Un pacto de todos y para todos”. Por ello, se busca el consenso, ha apuntado García Tejerina: “porque toca avanzar juntos, para cuidar el agua, para atender las demandas de forma sostenible y para proteger a las personas”. Pero el Pacto Nacional por el Agua, ha apuntado, pretende ir todavía más allá: “El Pacto Nacional por el Agua suma, en realidad, un pacto por el crecimiento, un pacto por la sostenibilidad y un pacto por la cohesión de España”. En palabras de la ministra, “con este Pacto todas las Comunidades Autónomas saldrán beneficiadas por diferentes actuaciones: inversiones, ahorro, mejoras medioambientales, adaptación al cambio climático, disminución del riesgo de inundaciones… Y con una mejor gobernanza del agua, con la que el conjunto de España ganará”.

García Tejerina ha desgranado durante el encuentro los diferentes ejes del Pacto: la atención a los déficits hídricos; las variables medioambientales; la gestión de los riesgos de inundaciones; y lo relativo a la gobernanza del agua.

ATENCIÓN A LOS DÉFICITS HÍDRICOS

La ministra ha apuntado, sobre la cobertura de los déficits hídricos, diferentes líneas de acción: desde la ejecución, en cada una de las demarcaciones hidrográficas, de las infraestructuras que sean necesarias; hasta el fomento de recursos no convencionales, como la reutilización y la desalación; pasando por el impulso al ahorro y la eficiencia que supondrá la culminación de la modernización de los regadíos, que se inició “también bajo un Gobierno del PP con el Plan Hidrológico Nacional hasta 2008, adaptando la agricultura a los nuevos desafíos del cambio climático”, tal como ha apuntado la ministra. En último lugar, ha señalado que el Pacto abordará las transferencias de agua entre distintas demarcaciones hidrográficas, “siempre que sea viable social, económica y ambientalmente”. “Y, aquí destaco especialmente, es fundamental siempre que exista un consenso”, ha remarcado.

SOSTENIBILIDAD Y OBJETIVOS MEDIOAMBIENTALES

La sostenibilidad, otro de los ejes del Pacto, es fundamental “para que el agua siga impulsando el crecimiento también en las generaciones futuras”, ha apuntado Isabel García Tejerina, que ha remarcado el compromiso de España con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, así como con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París. Para cumplir con ello, el Pacto Nacional por el Agua debe considerar la mejora del saneamiento y la depuración, donde se colaborará desde el Ministerio con las autoridades municipales competentes; la protección de espacios de especial interés medioambiental, para el que se desarrolla un Plan de Protección Integral que establezca una estrategia común en todas las Comunidades Autónomas; la adaptación de nuestras masas de agua a los efectos del cambio climático; y el avance en la concertación de caudales ecológicos.

En este sentido, la ministra ha destacado: “Hemos definido ya más de 3.250 caudales ecológicos en tantos tramos de nuestros ríos, y queremos continuar haciéndolo para garantizar la salud de nuestros ecosistemas fluviales”. GESTIÓN DE LOS RIESGOS DE INUNDACIONES Y GOBERNANZA DEL AGUA Otro de los ejes fundamentales del futuro Pacto Nacional por el Agua, ha señalado Isabel García Tejerina, es la puesta en marcha de proyectos estructurales destinados a prevenir el riesgo de inundaciones. Se trata, ha señalado, “de desarrollar las medidas de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, de forma ordenada y sostenible, aplicando criterios comunes que permitan priorizar su ejecución conforme al análisis coste-beneficio y a la viabilidad ambiental”. Para abordar estas soluciones, ha insistido, “es imprescindible reforzar la coordinación y cooperación de todas las Administraciones implicadas, para impulsar las mejores medidas de protección de las ciudades, los bienes y el medio ambiente”. En lo relativo a la gobernanza del agua, la ministra ha incidido en que “debemos garantizar el cumplimiento de nuestros compromisos con la Unión Europea en materia de estabilidad económico financiera de nuestro sistema del agua”, para lo cual se deberá, “por un lado, revisar la tarificación para incentivar el ahorro y permitir una mayor recuperación de los costes asociados al servicio del agua.

Entre estos costes asociados al agua debemos contemplar el coste ambiental, introduciendo mecanismos que permitan reducir la presión sobre las masas de agua y recuperar estos costes”. También ha señalado que, “en materia de gestión del dominio público hidráulico, por ejemplo, debemos trabajar en la mejora del seguimiento de las aguas superficiales y subterráneas, tanto de su uso, a través de sistemas de contadores, como de su estado y calidad; en la mejora de la gestión de los acuíferos compartidos; en la mejora del Registro de Aguas para la lograr mayor eficiencia; o en la revisión de las normas de seguridad de las infraestructuras”.

INTENSA LABOR DE PLANIFICACIÓN ENTRE 2011 Y 2016

Todos esos ejes se plantean como base para el diálogo en torno al Pacto Nacional por el Agua. Al momento actual de negociación del Pacto se ha podido llegar tras el intenso trabajo de planificación desarrollado a cabo en la pasada legislatura. Entre 2011 y 2016, se desarrollaron los planes hidrológicos de cuenca de todos los ríos dependientes de la AGE. Además, se aprobó el Plan CRECE, con una inversión de cerca de 1.200 millones de euros hasta 2020 para ayudar a las administraciones regionales y locales a cumplir sus obligaciones de depuración y saneamiento; y se aprobaron también los primeros Planes de Gestión del Riesgo de Inundaciones, con una inversión de 800 M€. Asimismo, desde el Ministerio se declararon 135 reservas naturales fluviales, protegiendo especialmente cerca de 2.700 kilómetros de ríos, que “decidimos preservar en mejor estado de conservación, con escasa o nula intervención humana, y dando garantías para su mantenimiento”, ha señalado la ministra. En toda esa planificación, el Gobierno ha tenido muy en cuenta el cambio climático, llevando a cabo, por primera vez en España, una política de adaptación al cambio climático, expresada en la gestión del agua por el Plan PIMA Adapta, y a través del establecimiento, también por vez primera, de caudales ecológicos en nuestros ríos.

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