La baja producción de aceite de oliva obtenida en España en esta campaña 2014/2015 ha motivado en las últimas semanas una escalada de precios en origen, con escasas operaciones de compra venta para el virgen extra, algunas muy por encima de los cuatro euros el kilo.

 

La escasa producción obtenida en España, principal zona productora mundial, con casi 836.000 toneladas de aceite de oliva cuando en la anterior campaña produjo casi 1,8 millones, ha motivado el alza de precios en esta recta final de la campaña 2014/2015, en la que, pese a todo, las operaciones de compra venta han sido mínimas para el aceite de oliva virgen extra al no haber prácticamente en el mercado. 

 

Y eso en una campaña 2014/2015 en la que el mercado interior (387.500 toneladas) y las exportaciones (647.000) han superado ampliamente hasta junio a la producción de esta campaña, a la que hay que añadir las 125.000 toneladas de aceite de oliva importadas y las 500.000 toneladas de existencias de la campaña 2013/2014, lo que dio como resultado que en junio pasado quedaran unas reservas de 426.000, que ahora estarán en torno a las 300.000.

 

El sistema de información de precios en origen del aceite de oliva denominado Poolred precisa que la media del precio del virgen extra en origen se situaba en esta última semana en los 4,026 euros el kilo con operaciones máximas de casi 4,4 euros por kilo cuando hace un mes estaba sobre los 3,5, a primeros de este año sobre 3,2 y a primeros de 2014 se situaban ligeramente por encima de los dos euros y al final de 2014 por encima de los tres.

 

Mientras, el aceite de oliva virgen se situaba en esta última semana en una media de 3,841 euros el kilo, con operaciones incluso de casi 3,9 euros el kilo en origen cuando a primeros de este año estaba a poco más de 2,6 y en enero de 2014 se situaba en torno a los 1,8 euros el kilo.

 

Mientras, la media del precio del aceite lampante, el que más queda actualmente en el mercado, se aproximaba en esta última semana a los 3,7 euros el kilo, aunque ha registrado operaciones máximas de venta de casi 3,8 cuando a primeros de 2015 su precio medio era de 2,5 euros el kilo y en los primeros meses de 2014 fluctuó entre los 1,7 y los 1,8 euros el kilo en origen.

 

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Andalucía, Agustín Rodríguez, califica esta situación de “coyuntural, excepcional y extraordinaria” motivada por la baja cosecha pasada, al tiempo que añade que las operaciones de virgen extra “son prácticamente virtuales porque no hay”.

 

Rodríguez rechaza de plano que esta situación provoque trasvase a otras grasas vegetales y que el consumo se resienta, y para ello argumenta que “no se puede resentir el consumo cuando se vende todo el aceite que hay”, y ejemplifica con el caso de Italia, en cuyo país “no se cae el consumo y eso que el precio está al doble de precio”.

 

A su juicio, esta escalada de precios responde a la Ley de la oferta y la demanda, a la máxima de que a peor cosecha mayores precios, vaticina que esta situación provocará un adelanto generalizado de la recolección de la cosecha al no haber prácticamente enlace de campaña y pronostica que la situación se normalizará cuando haya una gran producción.

 

Por su parte, el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero, sostiene que el incremento de los precios en origen beneficia a los productores, agrega que existe riesgo de que haya trasvase a otras grasas vegetales y que se puedan perder potenciales consumidores de aceite de oliva.

 

Aunque admite que ante esta situación impera siempre la Ley de la oferta y la demanda, reconoce que “lo deseable sería que hubiera precios razonables y estables para evitar estos dientes de sierra” en los precios del aceite de oliva en origen.

Entradas recomendadas