La Subdelegación del Gobierno de Jáén ha acogido hoy una reunión para analizar los preparativos del dispositivo de seguridad y control laboral para la próxima campaña de recolección de aceituna que se pondrá en marcha a lo largo del próximo mes de noviembre, coincidiendo con el inicio de la recolección. El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, que ha presidido la reunión, ha confiado en que la campaña se desarrolle sin contratiempos, como viene ocurriendo en los últimos años.

 

Junto al subdelegado del Gobierno han asistido al encuentro responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia, Inspección de Trabajo y representantes de las organizaciones agrarias.

 

Juan Lillo ha confirmado que en los servicios de seguridad participarán todas las fuerzas disponibles de la Guardia Civil, que, además de su presencia en el campo, prestarán especial vigilancia en las almazaras y puestos receptores de aceituna, además de controlar los transportes de aceituna. Estas fuerzas se verán reforzadas con los dos equipos ROCA (patrullas de lucha contra robos en el campo) que, integrados por cinco miembros cada uno, tienen su base en Úbeda y Martos. También participará en este servicio, en las zonas de su ámbito, la Policía Nacional, pidiéndose asimismo a los ayuntamientos la colaboración de la Policía Local.

 

El subdelegado ha calificado como eficaz la actuación de las fuerzas de seguridad en la prevención y resolución de los robos de aceituna, como revela el dato de que en la pasada campaña la Guardia Civil consiguió recuperar 150.000 kilos de los 250.000 de los que se había denunciado su sustracción.

 

Como en la pasada campaña, se pedirá a los agricultores que, en el transporte de aceituna, acompañen a la guía conduce un plano SIGP de la finca firmado por el titular de la misma, que permita identificarla geográficamente. Esta medida, adoptada el pasado año de forma experimental, permite conocer desde un primer momento la situación de la parcela de donde procede la aceituna, por lo que ayuda a descubrir, en caso de hurto, el origen ilícito del fruto y pone nuevas dificultades a los autores de los robos.

 

Juan Lillo ha vuelto a pedir la colaboración de los agricultores para evitar los robos; por un lado alertando a las fuerzas del orden si observan movimientos sospechosos y, por otro, recomendando a los propietarios que extremen la cautela si tienen que dejar en el campo la aceituna recogida, evitando dejarla en lugares muy visibles y de fácil acceso. 

 

Por lo que respecta a la rebusca, se ha fijado el día 1 de marzo para el inicio de esta actividad, con la posibilidad de modificar la fecha según transcurra la campaña. Se ha recordado que se mantendrán los controles en las almazaras y puntos de compra de aceituna, que habrán de disponer de un libro de registro de recepción de aceituna y que, además, el transportista pondrá a su disposición la documentación precisa sobre la carga, como la guía conduce, la procedencia del fruto y la autorización del propietario de la finca, si ésta procediera de rebusca. De lo que se trata es de que “no haya ni un kilo de aceituna que no esté debidamente documentado”, como ha señalado Juan Lillo.

 

De manera paralela la Inspección de Trabajo realizará en las explotaciones agrarias sus habituales tareas para evitar que en los tajos se produzcan casos de contratación irregular de trabajadores y de utilización de maquinaria sin las correspondientes medidas de seguridad. Esta labor inspectora, a pesar de tener un efecto más preventivo que sancionador, está generalizando entre los propietarios la exigencia legal de contratar de forma regular a sus empleados.

Finalmente el subdelegado ha desaconsejado la venida a la provincia de trabajadores forasteros para la recolección de aceituna que no tengan la seguridad de ser contratados, dado que la actual situación laboral va a permitir que la cosecha, muy reducida, pueda ser prácticamente recogida con mano de obra local.

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