“Una apuesta valiente por la agricultura familiar y profesional”. Es lo que pide UPA Andalucía al Gobierno para cerrar un Plan Estratégico Nacional que defienda el modelo mayoritario de nuestra región. El secretario general de la Organización, Cristóbal Cano, califica de “poco ambicioso el primer borrador del que tenemos conocimiento y que, entre otras cuestiones, no define cómo se hará el pago redistributivo, cómo será el techo de ayudas ni qué cultivos vulnerables estarán dentro de las nuevas ayudas asociadas, entre otros temas fundamentales para UPA”, asegura.

Añade que el acuerdo aprobado recientemente en Bruselas permite a los estados miembros la aplicación de una PAC más justa y más social. “La agricultura familiar andaluza ya ha demostrado su capacidad para adaptarse a mayores desafíos, siempre y cuando los requisitos que se pongan en marcha no sean tan exigentes que sea imposible su aplicación”. Por otro lado, desde UPA Andalucía “entendemos que es el momento de reconducir la distribución de los fondos con criterios más sociales y justos, sin tener miedo a la presión que están llevando a cabo los grandes perceptores de la PAC para que ésta no se modifique”.

Cristóbal Cano considera positivo que se mantenga la intención de aplicar el pago redistributivo, pero afirma que UPA Andalucía “no acepta que las medidas que se establezcan en el Plan Estratégico desvirtúen este gran avance. Andalucía no puede permitirse que la redistribución de los fondos públicos hacia las pequeñas y medianas explotaciones no se lleve a cabo tal y como avanzó el propio ministro de Agricultura en nuestro 8º Congreso celebrado en abril. Es fundamental que el 20% del presupuesto del primer pilar se destine a las primeras hectáreas y/o cabezas de ganado para potenciar a la agricultura y ganadería familiar y profesional”, explica el secretario general de UPA Andalucía.

Otra de las cuestiones que consideramos clave desde UPA Andalucía es el techo de ayudas o “capping”. En este sentido, Cristóbal Cano advierte: “La propuesta que se incluye en este primer borrador del Plan es muy laxa y no entra en detalle sobre dónde finalmente estará el techo de las ayudas. Además, deja la puerta abierta a seguir beneficiando a los grandes perceptores, lo que diluiría de forma notable su efecto”.

Por otra parte, UPA Andalucía señala que partimos de un acuerdo europeo tras el cual el importe dedicado a las ayudas asociadas se ha visto incrementado. En consecuencia, todos los sectores actualmente acogidos a estas ayudas suben sus asignaciones (a excepción del cebo de terneros) y se abre la posibilidad de incluir nuevos sectores como el caso de la uva pasa. “Pero en este nuevo listado no se incluye el olivar tradicional de alta pendiente y baja producción, una de nuestras reivindicaciones clave desde 2014. No podemos aceptar bajo ningún concepto que, una vez más, el olivar tradicional se quede fuera de estas ayudas directas, un sector especialmente vulnerable tal y como hemos podido comprobar en años recientes, necesitado de un especial apoyo por parte de las administraciones”. 

De forma general, UPA Andalucía echa en falta en las ayudas asociadas que se subraye su criterio social. “Hay que incluir en todas ellas criterios de degresividad y/o modulación para que realmente se beneficie al modelo de explotación más vulnerable de cada sector y con ello también se abre la posibilidad de incluir cultivos que no aparecen ahora mismo. No tiene sentido que se quiera hacer una redistribución más justa, pero que ésta no se tenga en cuenta como criterio general en todo el Plan Estratégico”, concluye Cristóbal Cano.

En cuanto a los ecoesquemas, UPA Andalucía entiende que para un mismo tipo de superficie el Plan sólo admitirá la elegibilidad de una práctica y deja abierta la puerta a beneficiar a una segunda. “Esto hay que aclararlo y debería defender que una misma superficie pueda acogerse a más de un ecoesquema. Además, su aplicación debería ser diferenciada en función de la región en la que se aplique”. 

En cuanto a las regiones, afirma que “no se concreta la reducción y, por lo tanto, se desconoce cuál va a ser el número definitivo. En Andalucía es imprescindible un número suficiente que reconozca la diversidad y heterogeneidad del sector, por lo que reclamamos un número de regiones acorde a nuestra realidad productiva. Otra medida inaceptable para nuestra organización es que se deje la puerta abierta a la exclusión de perceptores de ayudas inferiores a 500 euros. Al contrario, entendemos que debería existir la posibilidad de “rescatar” a los agricultores que, al cobrar menos de 300 euros, fueron excluidos en el presente marco”.

El documento sí alberga algunas luces como son el reconocimiento del agricultor pluriactivo dentro de la definición de agricultor genuino, una apuesta por el relevo generacional y la mujer o una flexibilización de la convergencia tal y como venimos insistiendo desde UPA Andalucía, concluye.

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